
Cinco razones por las que enviar a los hijos a estudiar inglés en Verano
¿Un mes entero? ¿Lejos de la familia? ¿Comer platos raros? ¿Y si no entiende cuando le habla la familia de acogida? ¿O incluso cualquier persona? ¿No crees que echarán de menos su casa? ¡Seguramente, ir de vacaciones toda la familia sería mejor!
Aunque puede que hayáis escuchado antes estas preguntas al hablar de enviar a vuestros hijos a un campamento de verano en inglés, sin duda es la mejor manera de potenciar sus habilidades en el idioma. Los expertos afirmaron a principios del año pasado que la mejor edad para que los adolescentes se embarquen en esta aventura es entre los 11 y 15 años. En esa edad los alumnos habrán adquirido las destrezas básicas del idioma que son necesarias para defenderse en su inmersión lingüistica, pero todavía tienen un camino por recorrer para ir consiguiendo fluidez así que queda mucho por aprender. También habrán madurado lo suficiente para sobrevivir un mes sin mamá y papá, pero no demasiado como para dejar de divertirse y participar en todas las actividades con ilusión.
Aquí os damos cinco buenas razones para dar el empujón a vuestros hijos:
1. Inmersión lingüística completa
Los estudiantes están rodeados por el idioma desde el momento en que se levantan por la mañana hasta que caen rendidos en la almohada por la noche: desayunando con la familia anfitriona, cogiendo el autobús para ir a clase, practicando deportes en el descanso de la comida, haciendo compras por el centro, dando una vuelta por la ciudad, incluso viendo cine en versión original (y sin tener que esperar la noche de VOSE).
2. Escapando del libro de texto
Además de utilizar el inglés a todas horas, los estudiantes también absorberán un inglés coloquial lleno de expresiones idiomáticas que de verdad se usan en el día a día; dejando lejos el inglés de la Reina que solo se ve en algunos libros de texto. Y sobre todo, tendrán la oportunidad de usarlas en situaciones reales.
3. Destacar en el mercado laboral
Aparte del beneficio obvio de mejorar su dominio del idioma, estudiar en el extranjero también les aporta las herramientas necesarias para tener iniciativa, ser independientes y superar los retos; los ingredientes imprescindibles para un currículum sobresaliente en un mercado laboral tan competitivo.
4. Una red global de amigos
Como los estudiantes que asisten al campamento vienen de todos rincones del mundo, tienen la suerte de cruzarse en el camino con gente que, de otra manera, probablemente nunca conocerían. Compartir culturas y experiencias les conduce a tener unas mentes abiertas, creando unos buenos ciudadanos del mundo.
5. ¡Fuera la PlayStation!
Si ninguna de las anteriores razones han conseguido convenceros, imaginad…un mes entero tan ocupados, que no tienen tiempo ni de pensar en su consola. ¡Y vosotros reconquistáis vuestra tele!